No la llames
No la
llames indulgente
que perdonó
sólo lo que olvidó
y lo que no
olvidó es ahora transparente.
Que sin
quererlo, te dio
y lo que te
dio queriendo lo resiente.
No la
llames inocente
si optó por
dejar mudas tus palabras
y oír floridas de otra gente.
Si tu
criterio obsoleto
tu criterio
delincuente
la derribó
como a un objeto
a tus ojos,
complaciente.
No la
llames
simplemente,
simplemente,
que un volcán ha estado creciendo
sobre ese
horror adolescente
y lo que
tiene hoy de guerrera
lo tuviste
de serpiente.
Comentarios