La llave
¿Cuándo comencé a ser la llave brillante y fría de una puerta que no cierra maciza, no abre porque quedó entornada para el que espía sigiloso para quien se hartó de intentar a hachazos o a patadas, moverla? ¿Cuándo, a ser la llave que, por inmensa, no puedo guardar que, por pesada, no puedo cargar que, abnegada a la quietud dejé bajo la alfombra?